Hermoso y poco conocido bosque de ribera. Está a 1 km del barrio de Las Fuentes, siguiendo la pista que va paralela al Ebro.
Milagrosamente conservado, se encuentra enfrente de la desembocadura del rio Gállego hasta el puente del Cuarto Cinturón. Detrás, todo son huertas. El soto consiste en una frondosísima masa arbórea: bosque cubierto de especies típicas de las orillas de los ríos, árboles como los álamos, fresnos, sauces, chopos y muchos arbustos, como los rosales silvestres y otros . En bastantes zonas del soto, el bosque resulta impenetrable, sintiéndose un aislamiento sobrecogedor.
El bosque vive de la humedad del Ebro. La humedad la obtienen a través de sus raíces o en las episódicas crecidas, que inundan el soto durante días. La temperatura en verano dentro del soto puede bajar hasta cinco grados por la espesura de los arboles y arbustos y la escasa luminosidad.
Lo transitan varias sendas que nos internan en el bosque, donde podremos disfrutar de bonitas vistas y -sobre todo- de los sonidos de la naturaleza. Aquí se concentran distintas clases de aves a lo largo de todo el año.
El Soto de Cantalobos cumple una importante labor como refugio para numerosas aves en la época de migración.
Es un lugar muy lleno de vida. Nos permite disfrutar de los animales y de la naturaleza a muy pocos kilómetros de la ciudad.
Su estado de conservación es bastante bueno.
Y su nivel de desconocimiento, muy alto.
Hay un cartel que está a la entrada del soto. Contiene un valioso plano de la ubicación de otros sotos próximos, que vale mucho la pena conocer.
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