Es un paraje de excepcional belleza, por sus condiciones extremas.
A unos 3 km antes de Mediana, sale una buena pista de tierra hacia la dcha. Se sigue y a unos 2 km, casi de repente, aparece. Me encanta el sitio, su historia industrial y sobre todo, el olor de sus barros.
Por la aridez del lugar, el aspecto que normalmente presenta es tan sólo el formado por una capa de sales, si bien durante algunas épocas del año posee cierto contenido de agua procedente de un acuífero superficial existente bajo la balsa y de la escasa agua de precipitación. Lo mejor es visitarla en primavera.
Las aguas son salobres, muy mineralizadas: sulfato, sodio, litio y magnesio, elementos aportados por las rocas del terreno. A finales del siglo XIX se proyectó construir allí un balneario, para la toma de sus medicinales aguas. No cuajó la idea. En cambio, se instaló una explotación minera, para la extracción de sus sales.
"La Sulfúrica" es la antigua explotación minera de sulfato de sosa, de fines del siglo XIX. Lo extraían de los lodos de la laguna. En los años 1900 y 1906 obtuvieron una medalla de oro por la calidad de sus productos.
Hoy, la soledad del sitio y el abandono de las ruinas de sus instalaciones industriales son sobrecogedoras.
Hay buenos detalles de hoy día:
-las ruinas están valladas
-hay un buen panel explicativo de todo
-el estado medioambiental de la laguna es aceptable.
Los colores de los barros y sus juegos de luz según la hora son algo fuera de serie. Paraíso para un buen fotógrafo.
Las lagunas saladas poseen un gran valor cultural, científico y naturalista. Valor cultural: porque forman parte del paisaje propio de la zona central del Valle del Ebro y porque son elementos excepcionales, frágiles y muy singulares.
Valor científico: porque para los investigadores son laboratorios
naturales donde ocurren procesos geológicos en condiciones ambientales
extremas y en los sedimentos se encuentran registrados los cambios del
clima del pasado. Incluso los organismos microscópicos que viven en sus fangos son de gran
interés científico, por desarrollarse en condiciones semejantes a los
inicios de la vida en la Tierra.
Desde el punto de vista naturalista: estas lagunas albergan especies
típicamente costeras. Así, en la Salada de Mediana podemos encontrar plantas
suculentas como salicornias y sosas en las orillas; y la vegetación
propia de la estepa en las zonas periféricas, como el albardín y el
sisallo, aunque la franja de vegetación natural es muy reducida porque
los cultivos llegan a pocos metros de la orilla de la laguna. La
conservación efectiva de la Salada de Mediana y su revalorización
paisajística y educativa son las asignaturas pendientes.
En este lugar la directora aragonesa Paula Ortiz rodó su parte de su segunda película, llamada "La Novia", que es una adaptación de la obra "Bodas de sangre" del poeta Federico García Lorca.
También allí se ruedan spots publicitarios.
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