No tiene la espesura del Soto de Cantalobos, pero tiene mucha sabrosura.
La intervención humana para "suavizarlo", me encanta. Le da un aire de comodidad muy agradable.
Es un soto que rodea el Parque del Agua.
En coche, es posible acceder por el Tercer Cinturón y aparcar el coche en los aparcamientos del Parque del Agua. En transporte público: Circular 1 y Circular 2 (bajando en la parada que hay antes del arranque del puente del Tercer Milenio).
En mi opinión, dada su gran cercanía a la ciudad y su muy fácil accesibilidad (bajas del bus Circular y en menos de 2 minutos ya estás dentro del Soto), es la forma más rápida de dejar atrás la energía de la ciudad y sumergirte de lleno, zambullirte, en la energía limpia y vibrante de la Naturaleza.
Ya en el Soto, el sendero está muy bien marcado. El mosaico vegetal es muy variado y es posible observar varios árboles singulares. Y a nivel de sonidos, es espectacular, porque tiene mucha avifauna y el ruido del tráfico de la capi queda lejos.
Se trata de un soto extenso con gran diversidad de hábitats. Dominan los chopos, y los tamarices. Al norte está la Isla de Ranillas o Isla de los Pájaros, que constituye un espacio no visitable, reserva integral para la fauna, donde destaca la presencia de garzas.
El Soto comienza, aproximadamente, a la altura del Palacio de Congresos. Acaba en el puente de la autopista A-2.
En primavera, es "bocatto di cardinale"