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martes, 13 de octubre de 2020

Luceni y su iglesia gótica

La iglesia de Luceni me sorprendió por su originalidad, su colorida decoración, por su extraña planta asimétrica y por su gran antigüedad (gótico del siglo XIII).

Dentro sentí una energía simpática y alegre.

El retablo del altar mayor es cosa delicada. Está dedicado a «La Presentación del Niño Jesús en el Templo», siendo único en su clase por lo que respecta a otras iglesias aragonesas. Está compuesto por una serie de relieves en piedra de alabastro perfectamente ensamblados, de manera que más bien parece un retablo pictórico. Su ejecución data de la segunda mitad del siglo XV.
























Ya fuera del templo, la plaza de España es amplia y agradable. Tiene un bello y curioso kiosko de la música. Y bajo el cual, hay una peculiar fuente de piedra con 6 caños de agua. Me pareció una composición original y acertada. Me fui de la plaza de España con una sonrisa.






Galacho de los Fornazos (Boquiñeni)

Bello galacho, cuya visita tiene el lujo de verse desde lo alto, pues los miradores están sobre una terraza geológica; es decir, sobre el escarpe. Tiene un cartel explicativo en uno de los miradores.

Hay abundancia de aves.

Para llegar, se toma un desvío que hay en la carretera de Boquiñeni a Gallur.

Buen trabajo el que hizo la Administración para recuperar este humedal hace unos 15 años.

Más info la tenéis en google. Os dejo con la curiosidad de saber más.
















La barca que resucitó y volvió a perderse

En el año 2000 se creó en el pueblo la Asociación de Amigos de la Barca de Boquiñeni (Adabar-Boquiñeni) con el objetivo de recuperar la antigua barca del Carladero que hacía el tránsito del Ebro hasta la vecina Pradilla. La barca, de casi 19 metros de manga y 6 de eslora, dejó de funcionar a principios de los ochenta y quedó en abandono junto a la orilla de Boquiñeni: llevaba dando servicio desde 1845.

El cambio del cauce del río y las crecidas anuales fueron soterrándola (llegó a estar a más de dos metros de profundidad) hasta que Adabar decidió recuperarla. La nueva ‘Virgen del Rosario’, réplica exacta de su antecesora, se construyó -para fines turísticos- en tres años, con el catedrático de ingeniería y vecino de Boquiñeni Luis Gracia en la supervisión. Coste de construir la barca: unos 72000 euros. 

Se echó al agua en 2003 y durante varios años se llevaba en invierno al embarcadero de Pradilla, más protegido.

En 2015 se dejó en Boquiñeni y -desgraciadamente- la gran crecida del 2015 la arrastró. Apareció destrozada e irrecuperable a la altura de Torres de Berrellén.

¡Qué pena! Sólo se ha disfrutado 12 años. Y más cuando Boquiñeni lleva en su escudo y bandera municipal esta Barca.


Restos de los soportes de la sirga:










La Barca: